Artroscopia

Rodilla

TRATAMIENTO DE LAS LESIONES DEL CRUZADO ANTERIOR MEDIANTE LIGAMENTOPLASTIA CON DOBLE FASCICULO

Estudios anatómicos recientes demostraron que el ligamento cruzado anterior no es una única banda homogénea, sino que está compuesto por dos haces funcionales: la banda anteromedial (AM) y la posterolateral (PL). La banda PL se tensa en extensión, mientras que la AM lo hace en flexión. Estudios biomecánicos cadavéricos indican que la reparación en doble fascículo del LCA serian más efectivas para restaurar la estabilidad anteroposterior y rotacional en comparación con la técnica de simple banda. La estabilidad rotacional se incrementaría significativamente con la reconstrucción adicional de la banda PL.

Los resultados clínicos iniciales demuestran que la reconstrucción con doble banda sería superior a la simple banda en lo que respecta a la estabilidad anteroposterior y rotacional.


SUTURA MENISCAL

La reparación meniscal es en muchas situaciones clínicas una alternativa viable a la resección-extracción. Su éxito depende de la técnica quirúrgica empleada, del tipo y tamaño de la lesión meniscal y de la existencia de una lesión asociada de ligamentos en la misma rodilla (frecuentemente del LCA) que en principio también debería ser intervenida.

Hombro

Existen dos indicaciones principales para la realización de una artroscopia de hombro:

  1. En caso de duda diagnóstica que no pueda ser resuelta mediante las técnicas de imagen disponibles actualmente.
  2. Para realizar tratamientos mediante una cirugía que es mínimamente invasiva.

SINDROME SUBACROMIAL Y ROTURA DEL SUPRAESPINOSO

El Síndrome Subacromial es un conflicto de espacio que sufre el manguito rotador del hombro, sobre todo el tendón del supraespinoso, en el espacio subacromial. Es una de las causas más frecuentes de hombro doloroso, apareciendo con mayor frecuencia a partir de la cuarta década de la vida. El dolor del hombro que sufren los pacientes frecuentemente se asocia a una disminución del rango de movilidad articular y por su naturaleza principalmente degenerativa, puede evolucionar a la rotura del tendón supraespinoso.

El tratamiento siempre se inicia de forma conservadora. Lo primero es el reposo de actividades que producen dolor y el uso de antinflamatorios. Posteriormente agregamos Fisioterapia, que además ayuda a mejorar la movilidad. En casos rebeldes y muy dolorosos puede indicarse la infiltración con conticoide el espacio subacromial.

Cuando lo anterior falla y ha transcurrido un tiempo prudencial, generalmente mayor de 4, indicamos la cirugía artroscópica de aumento del espacio subacromial y de reparación del tendón dañado.

INESTABILIDAD DE HOMBRO

Cuando la articulación se luxa repetidas veces, los ligamentos que originariamente la mantienen en su sitio quedan desprendidos de su inserción (la llamada lesión de Bankart). Secundariamente, la inestabilidad de la articulación consuma nuevas luxaciones de la misma ante traumatismos menores.

La cirugía artroscópica permite volver a fijar estos ligamentos en su lugar original. mediante tres mínimas incisiones.

Terapias reparativas-regenerativas-aceleradoras

Incluye todas aquellas terapias que bien por si solas (mediante aplicación mínimamente invasiva) o en combinación con distintas técnicas quirúrgicas pueden estimular o acelerar la reparación o cicatrización de determinados tejidos degenerados, desestructurados o rotos entre los que se encuentran tendones, hueso, cartílago, etc.).

Se trata de técnicas relativamente novedosas cuya aplicación en nuestra especialidad abre un abanico de posibilidades curativas o preventivas con las que no contábamos hace unos años.

  • Células madre
  • Factores de crecimiento
  • Transplante de condrocitos
  • Injertos y sustitutivos óseos

FACTORES DE CRECIMIENTO

Un factor de crecimiento es una señal biológica que estimula o inhibe una función celular. Generalmente son pequeñas proteínas que promueven el desarrollo de los tejidos. El plasma rico en plaquetas (PRP) se obtiene de la sangre del propio paciente tras concentrar y romper las plaquetas sanguíneas, desprendiendo así los factores de crecimiento que dichas plaquetas contienen

¿ Podemos decir que regeneran los tejidos? Los tejidos se reparan creando un tejido de transición que forma una cicatriz. Inicialmente hay una inflamación, con la llegada de abundantes vasos se forma un coágulo de sangre y se liberan células y señales moleculares que desencadenan una cascada de procesos que forman un tejido cicatricial. Los PRP ayudan a la reparación de los tejidos acortando los plazos y mejorando la calidad de las cicatrices. En la actualidad no podemos afirmar que los factores regeneren los tejidos pero si que inducen una mejoría en los procesos de reparación tisular acortando los plazos y mejorando la calidad de las reparaciones

¿Son una solución para la artrosis? No está demostrado que tengan ningún efecto sobre la evolución de la artrosis. Las PRP tienen un efecto antiinflamatorio muy potente que pueden mejorar la sintomatología que produce la artrosis, ayudando a los pacientes a normalizar su vida. Lo que permite en algunos casos prolongar la vida de las articulaciones retrasando así su sustitución por prótesis.

¿Mejoran las lesiones y ayudan la reparación quirúrgica? Están indicados en el tratamiento no quirúrgico de las lesiones de los tendones , ligamentos y, también se ha propuesto en lesiones musculares, . mejorando la calidad de las reparaciones y acortando plazos de recuperación. Además, ayudan a la reparación de cirugías tendinosas, como la rotura del manguito rotador del hombro, ligamento cruzado anterior, reparaciones meniscales y del cartílago articular mejorando así el resultado de nuestras cirugías y acortando los plazos de recuperación. Revisando la literatura medica,los mejores resultados se obtienen en el cierre y en la cura de heridas , y son de especial interés para las heridas tórpidas o en pacientes diabéticos o con mala irrigación.

¿ Sustituyen a una intervención quirúrgica? En absoluto en todo caso pueden ser un complemento de las mismas. Los factores no convierten en buena una intervención mal planificada o mal indicada. En todo momento debe prevalecer el criterio medico utilizándose las indicaciones que tienen demostrada una eficacia en la literatura medica. Los factores plaquetarios son hoy en día un arma poderosa para tratar a nuestros enfermos, pero la investigación sobre sus aplicaciones esta en continuo desarrollo. Lo que nos permite afirmar, que si su presente es excelente su futuro uso en las diferentes patologías será aun mejor.

Curso Cadera

Curso Rodilla

Patología de cadera en el adulto joven

Artroscopia de Cadera

El choque fémoro-acetabular es una patología de la articulación de la cadera cuyo origen desconocemos actualmente. Pero es probable que tenga relación con pequeños trastornos durante el crecimiento de los huesos, que produce una pequeña alteración en la forma de alguno de los elementos óseos que forman la articulación de la cadera: el acetábulo y el fémur.

Antes de conocerse esta patología, la mayoría de los pacientes eran tratados de tendinitis de adductores, tendinitis del músculo piramidal u osteopatía de pubis, entre otros diagnósticos erróneos, que conducían a un tratamiento también equivocado. Distintos estudios han demostrado que el choque fémoro-acetabular, que se sospecha que afecta al 15% de la población, podría ser el causante de hasta el 70% de las artrosis hasta ahora consideradas idiopáticas (de origen desconocido), que afectan a menores de 50 años y que pueden acabar en prótesis. Los traumatismos en la cadera o los deportes que ocasionan fricciones repetidas del fémur contra la pelvis, con posiciones agachadas forzadas y mantenidas, podrían ocasionar lesiones tanto en el cartílago como en el labrum.

Existen dos formas principales de presentación clínica (muchas veces se presentan combinadas):

  1. El cuello del fémur presenta una joroba o "giba" que choca con el reborde acetabular (conflicto tipo “Cam”).
  2. El borde del acetábulo presenta una prominencia que choca contra el cuello del fémur en gestos de flexión y rotaciones de cadera (conflicto tipo "Pincer" o "tenaza").

Esta anomalía empieza a manifestarse en la mayoría de los casos como una dificultad para flexionar las caderas manteniendo las rodillas juntas a lo largo de la última parte de la infancia o comienzo de la adolescencia. A medida que el proceso evoluciona y se inicia el deterioro de la articulación, aparece el dolor: al principio, dolor inguinal (que en los deportistas a veces causa confusión con una pubalgia) y, con menor frecuencia, en la región trocantérea (el lateral de la cadera), los glúteos o en cresta ilíaca.

El dolor se presenta durante o después de la práctica deportiva, cuando se permanece un rato sentado o bien al levantarse, sobre todo desde un asiento muy bajo. También puede manifestarse como una lenta pérdida de la movilidad o del juego de la cadera, a veces sin dolor al principio.

Prótesis de superficie

En los pacientes jóvenes y en los que ya no se puede realizar la osteoplastia femoroacetabular, porque se ha perdido cartílago articular, existe la posibilidad de resecar la zona de cartílago afectada y colocar un implante de resuperficialización o recubrimiento (resurfacing es el término inglés es más empleado).

Las prótesis de superficie son un procedimiento relativamente nuevo y no existen resultados clínicos a largo plazo. Se trata de una alternativa para pacientes jóvenes (menores de 50 años), muy activos y con buena calidad ósea, a los que se tenga que implantar una prótesis de cadera.

El objetivo quirúrgico es tratar el dolor de la cadera ya artrósica practicando una mínima resección ósea y con un implante que tenga una minina tasa de desgaste. Con este tipo de prótesis se conserva mucha mas cantidad de hueso del paciente ya que no es necesario quitar el cuello y la cabeza del fémur. Cuando llega el recambio protésico, éste es acogido por el hueso que se respetó en la primera cirugía de implante. Los dos componentes son metálicos, lo que permite utilizar cabezas mucho más grandes, disminuyendo el desgaste y el riesgo de luxación.

El resultado final es una cadera anatómica y biomecánicamente mas parecida a la articulación del paciente y con una mejor estabilidad, flexibilidad y arco de movimiento. El riesgo de luxación es mínimo. Se alcanza un nivel de actividad alto, mayor que con la artroplastia convencional.

Tratamiento mínimamente invasivo del pie

Los métodos tradicionales practican grandes incisiones para acceder a los lugares profundos donde encontramos los huesos del pié y donde se realizan las correcciones quirúrgicas pertinentes.

La cirugía mínimamente invasiva trata las deformidades del antepié mediante incisiones pequeñas. Básicamente, se utilizan dos tipos de técnicas:

  1. Cirugía percutánea: la incisión es mínima (máximo medio centímetro) y a través de ella podemos introducir unas herramientas adecuadas, bisturíes, fresas, etc., con las cuales y con la ayuda de un aparato especial de RX efectuamos toda las correcciones quirúrgicas que sean necesarias en los huesos deformados del pié.
  2. Cirugía mínimamente invasiva del hallux valgus: una técnica quirúrgica desarrollada en Francia (Montpellier) por el Dr M Benichou, que permite corregir grandes deformidades a través de una incisión de unos 3 cm.
  3. El paciente es tratado con alguna de ellas o ambas combinadas en funcion del tipo de deformidad. Este tipo de tecnicas requieren un proceso importante de aprendizaje por parte del Cirujano que ademas, tenga una amplia experiencia en la cirugia convencional. Es imprescindible que la intervención sea practicada por un Cirujano Ortopédico titulado y en un medio clínico y/u hospitalario, en un quirófano perfectamente equipado y con la presencia inexcusable de un Anestesista.

A pesar de esto, cualquier procedimiento quirúrgico es susceptible de fracasar o de complicarse. El trabajo de los médicos consiste en luchar por minimizar estos casos y esforzarnos al máximo en solucionar los problemas si estos se presentan.